Con miedo nos tomamos de las
manos.
Caminamos temerosos de sentir
amor y pasión que inundaba nuestro
corazón.
No sabíamos como jugar con cada
caricia, el miedo era eterno.
Corazón cobarde que no te atreves
amar de verdad.
Corazón cobarde que no abres tus
alas y nunca te decides sobre el
cielo de sentimientos a volar.
Nos miramos con timidez sabiendo
que no hacíamos las cosas bien.
Corazones tristes de no poder amar,
magia que se tuvo que quedar encerrada
en el mismo lugar.
Caricias infieles, de corazones inseguros,
besos sutiles, de un amor aun inmaduro.
Corazón cobarde permite que te puedan amar,
sin la ilusión destrozar.
Corazon cobarde no tienes que nadar contra
la corriente de culpa y insensibilidad.
Corazon cobarde deja ya de limitar, este amor
que en tu sonrisa cuando la vez se ha de dibujar.
MANUEL ALTEZ.
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